19 ago 2011

Limón llora en silencio los efectos del nemagón

Durante los años sesenta las explotaciones bananeras utilizaban el químico nemagón para inyectarlo alrededor de las matas de banano. Ese trabajo lo realizaron cientos de miles de personas en distintos países, sin protección mínima, exponiendo su salud a un fuerte tóxico sin haber sido alertados, sin dejar de lado que también esposas e hijos de trabajadores que iban a dejar el almuerzo al bananal enfermaron.
Las primeras consecuencias se dieron en la fábrica de Estados Unidos donde los empleados quedaron estériles, pero siguieron trayéndolo a nuestros países, como si nada. Ya para 1980 la destrucción de la vida de muchos trabajadores estaba consumada.

Dentro de los problemas que generó el nemagón hay muchos de salud en vista, piel, problemas gástricos, etc, pero yo quiero hablar del desastres social de las esterilizaciones. Algunos peones que ya tenían hijos sufrieron esta inaceptable consecuencia por lo que el grave daño es "menos peor" que el de los miles de trabajadores que no pudieron tener hijos. 

En el matrimonio de hoy alguna gente decide no tener hijos, pero antes era casi una obligación, por lo que muchos trabajadores bananeros perdieron a sus esposas, fueron expuestos socialmente por la infertilidad, quedando atrapados en el alcohol, la depresión y la burla de los ignorantes.

Uno de ellos cuenta que su novia le pidió antes de la boda que se hiciera una prueba de fertilidad, ya que la noticia del nemagón tomaba fuerza. El resultado fue desfavorable y la muchacha canceló la boda, todo el pueblo y los familiares supieron la causa. Este señor no pudo hacer vida en muchos años.

Ahora la Dole promociona en prensa el acuerdo de indemnización como acto de justicia, pero aquí no olvidamos los años de negativas, a la gente que le perdieron los papeles de la Caja y no podían probar que fueron trabajadores y los chiquitos que nacieron con defectos congénitos cuyas familias amaron en medio del dolor, a puerta cerrada porque no había apoyo ni información. La Compañía cansó a los trabajadores durante años, se burló de su dolor, les dio la espalda y los desechó.

La Mamita Yunai todavía se cree dueña de las exportaciones nacionales, socia del puerto que tiene a medias con los sindicalistas que deshonran a Calufa, pero los hijos del campo esperamos que el gobierno firme el documento de modernización para dar la estocada a los que creen que todavía somos república bananera

No hay comentarios:

Publicar un comentario