8 ago 2011

De Minor Keith a la Cámara Nacional de Bananeros

Las transnacionales que controlan la Cámara Nacional de Bananeros se oponen al urgente proceso de modernización de Moín, pero no dicen sus verdaderas razones.

La United Fruit Company cambió de nombre pero persiste en la misma ideología de dominar las decisiones nacionales. Aún rigen las palabras que un capataz grinto de finca bananera le dijo a Calufa hace casi 80 años "la Compañía es muy poderosa (...) Todo lo compra y lo arregla, porque tiene muchos millones de dólares". 

Así como hubo hombres que en el siglo pasado levantaron su voz para pedir cambios, hoy muchos limonenses queremos una economía moderna y social, donde el puerto salga de las manos de los sindicalistas y magnates bananeros que lo tienen en estado de privatización de facto, solo sirve a sus intereses.

No podemos olvidar nuestra historia. Al constructor del ferrocarril al atlántico Minor Keith se le ocurrió otro negocio a finales del siglo XIX, explotar las tierras para el cultivo del banano. El negocio era agresivo y simple: hacerse del monopolio del cultivo y explotación de la fruta creando plantaciones a lo largo de su línea ferrea, así nació la United Fruit Company.

Aparte de sus propias siembras, la estrategia consistió en alquilar la tierra a finqueros nacionales, les hacían un préstamos para que todo se convirtiera en bananal, pero en el contrato los obligaban a vender toda la producción a la United, al precio que la empresa decidiera y lo que sobraba debía botarse previa macheteada para que nadie pudiera aprovechar el sobrante, todo a pérdida del finquero.

¿Por qué botaban el banano? Para producir escacez y pujar al alza en los precios en Estados Unidos, logrando mantener las ganancias en los bolsillos de los propietarios a costa de las pérdidas de finqueros nacionales y sus empleados a los que no podían pagarles el sueldo completo.

La "United" de la actualidad sigue sembrando en sus fincas y por medio de finqueros nacionales que solo pueden exportar por medio de su linea de barcos. Si se moderniza  Moín la transnacional pierde su monopolio como intermediario porque los productores nacionales podrían exportar con normalidad, como debe ser.

Hay fuertes rumores de que van a obligar a los productores pequeños a oponerse a la modernización, ellos como víctimas van a tener que ceder o perder su cosecha, las viejas prácticas están vigentes pero son más disimuladas.

La TCM mejora la economía limonense y también significa una oportunidad de justicia con quienes queremos comercio justo, sin tagarotes transnacionales y ni testaferros proletarios.

1 comentario:

  1. Hipatia de Alejandría21 enero, 2015 11:22

    Sirva la historia para comprender y aprender. Lo que está claro es que nuestra especie ha sabido sobrevivir, lo cual dice mucho a favor de su resistencia y su inteligencia. Cuanto tenemos hoy es mejor que ayer, lo que indica cuán lejos llegaremos. Si no cae un meteorito y nos borra, como a los dinosaurios, seremos cada vez mejores. Soy optimista histórica. Aparte de que, mejorarnos en todos los sentidos, será nuestra principal arma sobrevivencial. Ojalá.

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