Hace pocos días compartí la situación de muchos limonenses que habitan de forma pacífica terrenos sin título de propiedad, además alerté que las propuestas de solución deben ser cuidadosas para que los políticos no acaben como dueños de estas tierras. Ayer encontré una noticia que detalla la historia de estos lotes y fincas, la situación de sus habitantes, la vulnerabilidad y el drama de estas familias que no son ni han sido usurpadores o precaristas.
Ellos no están pidiendo que les regalen nada como es lo típico de algunos grupos, no quieren privilegios o que les paguen por no trabajar. Su clamor es para que no se les excluya del derecho a la propiedad como lo puede disfrutar cualquier otro propietario del país.
Cuando la tierra no tiene un "dueño legal" quien la ocupa está de facto, por lo que no puede desarrollarse participando en la economía. Si va al banco no le prestan plata porque no puede hipotecar para hacerse una casa, cabinas o una pulpería, no tiene qué poner a responder para asumir riesgos y montar su negocito.
Sin seguridad legal de que la tierra es propia la gente no invierte porque en cualquier momento aparece la autoridad y los saca. Si no hay inversiones entonces no hay trabajo, se dificulta la educación y los depredadores de la sociedad llegan a presentar falsas oportunidades en negocios contrarios a la ley.
Donde no hay propiedad no hay modernización, entonces las cosas quedan a como están y los únicos que ganan son los que ya están ganando, o sea los sindicalistas y ecologistas que tienen su sueldo mensual sin importar que la provincia no produzca. Al igual que los depredadores sociales necesitan que la situación nunca cambie porque se quedan sin negocio.
Los limonenses queremos respeto a la naturaleza, pero que eso no sea excusa para tener gran parte de la superficie provincial como terreno del Estado; eso nos expropia de la posibilidad de salir adelante mientras los enemigos de la provincia que dicen "representar al pueblo", "que Limón es de todos" y "fuera las empresas" se creen dueños de todo lo que no tiene título de propiedad.
Si en nuestra provincia no somos propietarios de pleno derecho no vamos a lograr el desarrollo que tanto queremos y necesitamos, tiene la palabra el gobierno.
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