En Limón la gente sabe que si habla en voz alta lo pueden fregar, pero eso no impide que nos digamos las cosas. Aquí los sindicatos se creen reyes y hacen como quieren a Japdeva (y también a Recope).
El cacique de la Junta Ronaldo Blear está abrazado con las bananeras transnacionales, algo inaudito en la historia sindical, pero lo que más repugna es que siempre se expresa mal de la inversión extranjera y el empleo privado, organizando marchas para hacer de Limón un lugar de mal ambiente para que se instalen empresas, pero él sí puede sentarse con ellos, pactar asuntos que por ahora son secretos y que no creo que beneficien a la provincia.
Nos desprecia al querer imponer un modelo de desarrollo que no sirve, que solo genera dividendos para una pequeña argolla sindical.
Para muchos limonenses este señor representa esos profesionales que salen adelante en la provincia, pero no hacen nada para mejorarla, quieren que todo siga igual porque ellos ya progresaron, mientras los demás les rinden honores.
Como abogado debería luchar por los derechos del pueblo y no por los intereses de las transnacionales y la cúpula sindical. Sus cinco años al frente de Japdeva han traido ruina y miedo a Limón.
Blear sabe que la gente no lo quiere, no le cree y solo se cuidan del poder absoluto que quiere imponer a la provincia.
El cacique de la Junta Ronaldo Blear está abrazado con las bananeras transnacionales, algo inaudito en la historia sindical, pero lo que más repugna es que siempre se expresa mal de la inversión extranjera y el empleo privado, organizando marchas para hacer de Limón un lugar de mal ambiente para que se instalen empresas, pero él sí puede sentarse con ellos, pactar asuntos que por ahora son secretos y que no creo que beneficien a la provincia.
Nos desprecia al querer imponer un modelo de desarrollo que no sirve, que solo genera dividendos para una pequeña argolla sindical.
Para muchos limonenses este señor representa esos profesionales que salen adelante en la provincia, pero no hacen nada para mejorarla, quieren que todo siga igual porque ellos ya progresaron, mientras los demás les rinden honores.
Como abogado debería luchar por los derechos del pueblo y no por los intereses de las transnacionales y la cúpula sindical. Sus cinco años al frente de Japdeva han traido ruina y miedo a Limón.
Blear sabe que la gente no lo quiere, no le cree y solo se cuidan del poder absoluto que quiere imponer a la provincia.
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